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Al finalizar la eucaristía de este II Domingo de Cuaresma, los sacerdotes se han dirigido al acceso del coro para bendecir el nuevo lugar de la reconciliación de la parroquia. El objetivo de haber habilitado este espacio es poder ofrecer un espacio donde celebrar el sacramento de la penitencia o confesión, sacramento de curación instituido por Jesucristo, y que quienes se acerquen a él lo puedan hacer con las debidas disposiciones de conversión, arrepentimiento y reparación para recibir el perdón de Dios por sus pecados cometidos,  así como reconciliarse con la Iglesia.

Este espacio ha sido acondicionado dotándolo de un par de sillas separadas por un banco, un reclinatorio, un icono de la Crucifixión y una reproducción del célebre cuadro de Rembrandt, El retorno del hijo pródigo. Las paredes han sido pintadas y forradas con madera y la iluminación ha sido renovada totalmente.

En este nuevo lugar todo el que lo desee podrá celebrar el sacramento con toda tranquilidad e intimidad, en un ambiente cómodo y confortable, y también cumpliendo las normas sanitarias vigentes, porque es un espacio diseñado para poder mantener la distancia de seguridad.

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