Nuestros campamentos (y IV): Jóvenes

“Cuando los jóvenes están unidos tienen una fuerza admirable, cuando se entusiasman por una vida comunitaria son capaces de grandes sacrificios por los demás y por la comunidad” C.V 110

El campamento de jóvenes es el final y el inicio del nuevo curso pastoral enfocado en descubrir el camino que Dios tiene guardado para cada joven.

Este año 52 jóvenes junto al vicario y el grupo de intendencia y cocina hemos hecho la Ruta del Cister. Han sido 10 días muy intensos y con mucha calor, pero nada que unas cuantas “poalàs” no arreglaran.
En 2 de los 3 monasterios que visitamos contamos con los testimonios de Bernard y Sara, monje y monja cisteriana. Conocimos cómo es la vida dedicada a Cristo, comprendimos el sentido y la necesidad de la oración, y fuimos testigos de lo feliz que se puede ser cuando tu único centro en la vida es Jesús. Estas dos maravillosas personas consiguieron resolvernos algunas dudas y conmovernos.
Además durante estos días, nos hemos descubierto más a nosotros mismos y lo que la Iglesia quiere y necesita de nosotros como jóvenes. También el verdadero significado de pertenecer al movimiento de jóvenes donde no importa de qué otro movimiento o grupo parroquial vengas, sino que lo importante es reafirmar nuestra fe, aprender unos de otros y crear juntos el futuro de la Iglesia.

No olvidemos que gracias a este campamento hemos descubierto que cada uno tiene un talento que aportar a esta sociedad con el que nos enriquecemos todos, haciéndonos ver que cada uno es único y que Jesús nos ama tal y como somos.
Todo esto se lo agradecemos al Papa Francisco que al escribir el “Christus Vivit” nos ha hecho recordar, a los jóvenes, que la Iglesia está en nuestras manos y es momento de actuar, de dejarnos encender por el Señor y llevar su luz allá donde vayamos.
Gracias a todos los que han hecho posible este campamento y en especial a Dios por hacernos coincidir, conocer más de cerca a otras personas y acercarnos mas a Él.