Publicado el 02 octubre 2019 | por Arturo García
Un sacerdote de todos y al servicio de todos
La historia de nuestra comunidad parroquial está repleta de sacerdotes que han compartido su misión pastoral junto a nosotros. No podemos más que dar gracias a Dios por sus nombres concretos. Uno de ellos es D. Jesús Corbí Vidagañ, quien, a partir del próximo 27 de octubre, abrirá una nueva página sacerdotal en La Asunción de Torrent como nuevo párroco.
Estamos ante un sacerdote cercano, preparado y entregado, “un simple trabajador de la viña del Señor”, como él se reconoce, “que quiere servirle a Él con amor, dedicación y sencillez por mis feligreses”. A sus 55 años, confiesa que tiene una primera apariencia seria, pero que nadie se quede en esa apariencia porque “soy tímido de carácter aunque resuelto y decidido en las cosas que veo claras. Soy párroco de todos, sin excepción ni acepción de personas”.
Natural de Casinos, se sintió llamado por el Señor muy pronto, “no recuerdo haber querido ser otra cosa más que sacerdote”, entrando al Seminario Menor a los 11 años. Fue ordenado sacerdote en 1988, y su nutrida vida pastoral abarca El Palomar, Otos, Bélgida, Carrícola, Benissoda, Albaida (donde fue nombrado hijo adoptivo) y, desde 2006, en Sant Jaume Apòstol de Algemesí. D. Jesús se siente “hijo” de allá donde ha estado, “he sido muy mimado por Dios porque me ha dado mucho amor a través de las parroquias que me ha encomendado”.
Además, actualmente, es vicario episcopal de nuestra Vicaría III: “Compaginar estas dos misiones da una visión mucho más amplia y profunda de la Iglesia diocesana y la posibilidad de acompañar y servir a los hermanos sacerdotes. Eso es muy hermoso”. Pero, claro, también exigirá una dosis mayor de esfuerzo, paciencia y comprensión para todos. Desde que se conoció su nombramiento ha ido empapándose de nuestra realidad gracias a D. Juan José, a Jordi (“nos conocemos desde que entró al seminario y nos une una buena amistad”) y, como suele ser habitual, por los anteriores párrocos, vicarios y sacerdotes hijos de la parroquia: “Todos me dan la enhorabuena por haber aceptado ir a la Asunción, lo cual habla muy bien de la parroquia”.
Las expectativas las vive con “con mucha humildad, ahora me toca preguntar mucho, mirar, acoger, comprender y en todo, como dice San Ignacio, amar y servir”. El tiempo de espera a su entrada lo lleva con ilusión “y un poco de tristeza”. Esta confesión, tan humana, habla mucho y bien de D. Jesús, porque nos muestra a un sacerdote que ama a sus feligreses: “Entended que es lo que más quiero: son mi familia, es normal un poco de nostalgia con Sant Jaume de Algemesí”, pero también significa que “desde ya, La Asunción ha empezado a ser mi nueva familia”. Por ello, estos cuatro meses le están sirviendo “para comenzar a querer a mi nueva parroquia. Todos los días le pido al Señor, por intercesión de la Mare de Déu de la Salut, por La Asunción”. No en vano, reconoce sentirse “contento por todo lo que me han ido contando de la parroquia, “gente de fe”, lo cual me alegra y me entusiasma”.
Qué agraciados somos con esta nueva página sacerdotal, con un nuevo camino juntos donde “avancemos como Iglesia de Jesucristo, guiados por el Espíritu Santo, para ser testigos del Evangelio en medio de Torrent”. D. Jesús Corbí lo tiene claro, primero le toca “como decía el papa San Juan XXIII: Conocerlo todo, comprender mucho, corregir lo mínimo”, pero del corazón ya le brota que “nos amaremos, viviremos el gozo de la comunión y la fraternidad. Quiero que en la parroquia vivamos la alegría de la presencia del Señor resucitado en nuestras celebraciones”.